Hace diez años todavía vivíamos en la ilusión de las soluciones propuestas por el menemismo. Esto se reflejaba en los temas centrales y en el estilo de las soluciones de las consultorías logísticas. El foco del interés eran los Centros de Distribución y muchas veces, las soluciones estaban más inspiradas en la tecnología que se aplicaba en el primer mundo que en un análisis de los trade-offs de las variables realmente existentes en Argentina. Con todo, este camino llevó a una actualización y a poner foco en la tecnología disponible, aún cuando -por los factores anotados- en forma algo dispendiosa.
En estos diez años, en el país pasó lo que pasó. Paralelamente, la logística fue madurando y fuimos adquiriendo una visión propia.
Hoy el enfoque es menos esquemático y la problemática encarada es más diversa. La demanda de consultoría que observamos hoy está centrada en la optimización de las redes logísticas con un enfoque de Supply Chain Management. Estas redes son –con frecuencia- internacionales. En forma creciente existe una preocupación por la planificación y la gestión de inventarios que compatibilice un menor capital de trabajo con una mejora del servicio al cliente mediante soluciones que apliquen criterios técnicos y estadísticos en forma segmentada (no uniforme para todos los mercados). Es cada vez más necesario trabajar no sólo para sino también con la empresa que requiere asesoramiento, con criterio integrador de varias áreas: comercialización, distribución, producción y abastecimiento, interactuando con las gerencias financiera y general; en la búsqueda de prácticas y de un lenguaje común.
El contexto de crecimiento que tensa la capacidad operativa y las relaciones funcionales, aunado a la necesidad de invertir poco y con los pies en la tierra, obligan a pensar lateralmente, incorporando la experiencia acumulada en otras industrias. Es en este proceso en el cual las consultorías logísticas más pueden ayudar, en la medida en que no sean llevadas adelante por un junior con manual sino directamente por profesionales con experiencia y visiones diversificadas.
Consultoría, coaching y capacitación son diferentes, pero sus ámbitos se interpenetran y complementan. Hoy la consultoría deja tras de si, en este contexto, menos ladrillo y fierro, y más know-how, mejoras prácticas y soluciones a los problemas específicos, incorporados a las cabezas de los especialistas y directivos que deberán seguir enfrentando dificultades nuevas una vez que la consultoría termine.
Las consultorías tienen cada vez más el desafío de catalizar y brindar bases técnicas más sólidas al trabajo de equipos interdisciplinarios internos.
Estas tendencias, entendemos, se profundizarán en los próximos años.
Por Ing. Pablo Doregger para la edición especial nro 100 de la Revista Cuestión Logística.