La situación de quien tiene la tarea de gestionar la logística de una empresa industrial/comercial hoy, está caracterizada por:
- Demanda creciente que tensa la capacidad operativa.
- Presión alcista de los costos logísticos.
- Pocos colaboradores calificados. Sobrecarga de tareas.
- Necesidad de redefinir redes logísticas.
Enfrentar con eficacia desafíos tan diversos exige utilizar más conocimientos. Según la forma en la cual se combinan estos desafíos, los tiempos disponibles y la brecha entre los conocimientos disponibles y los necesarios, resulta más indicado recurrir a consultoría o a capacitación en logística.
Se podría pensar que una u otra son claramente diferentes y que la opción entre ellas es evidente.
No es así. Hay, entre ambas, un continuo de opciones. La capacitación puede hacerse a medida de las necesidades de la empresa. Por otro lado, la consultoría no aporta soluciones enlatadas, sino que –cada vez más- se basa en un trabajo en conjunto entre un equipo de la empresa que se asesora y los consultores, semejante al coaching que puede formar parte de las formaciones in company.
Con todo, existe una diferencia de fondo: mientras que la idea subyacente a la capacitación es potenciar y desarrollar los conocimientos de quienes forman parte de la empresa, la consultoría termina con un informe. Este será tanto más útil cuánto más hayan participado en el proceso de la consultoría los funcionarios de la empresa.
Hace diez años, el foco de interés de las consultorías eran los Centros de Distribución y, muchas veces, las soluciones estaban más inspiradas en la tecnología que se aplicaba en el primer mundo que en un análisis de las variables realmente existentes en Argentina.
Hoy la problemática encarada es más diversa. La demanda de consultoría que observamos está centrada en el diseño de acciones específicas para optimizar de las redes logísticas y a la mejora de los vínculos entre áreas, con un enfoque de Supply Chain Management.
El contexto de crecimiento actual, que tensa la capacidad operativa y las relaciones funcionales, requiere pensar lateralmente e incorporar la experiencia acumulada en otras industrias. Las consultorías logísticas pueden ayudar a lograr esto y a ganar un tiempo valioso.
A largo plazo, el camino más eficaz para tomar mejores decisiones es la capacitación continua de quienes las adoptan. Formarse no para aplicar algoritmos o conocer datos, sino para plantearse las preguntas relevantes que permitan encarar un problema.
Por eso, para ser eficaz, la formación en logística debe partir de la experiencia de quienes se forman y estar basada en el análisis de problemas reales.
Por Pablo Doregger
Para La Nación – 28/03/06
Pablo Doregger es Director de CaliLog.com y de D&V-Análisis Logístico.